lunes, noviembre 29, 2004

Mejor no meterse / Jesús Silva-Herzog Márquez

"Linchamiento, lo que se dice linchamiento, el que ha sufrido el titular". Es la frase de la Rayuela de La Jornada de ayer. Para el redactor de la línea, el asesinato de dos hombres es una bagatela: un accidente sin mayor importancia, un alboroto insignificante. El verdadero linchamiento, el abuso inadmisible no es el que terminó la vida de dos seres humanos. El tema sobre el que lanza su indignación el diario mexicano es la osadía de criticar al depositario de su esperanza. Víctor Mireles y Cristóbal Bonilla habrán sido quemados vivos después de haber sido abandonados a su suerte por las autoridades federales y locales, pero el hombre que ha sido realmente torturado es Andrés Manuel López Obrador. Para la hoja parroquial es él la verdadera víctima del linchamiento. "Linchamiento, lo que se dice linchamiento, el que ha sufrido el titular". La crítica en los medios, las preguntas de los reporteros, la desconfianza de algunos, la denuncia de otros, la censura y el reproche de muchos son vistos por los incondicionales como criminales tumultuarios que golpean sin piedad a un pobre político desamparado. Leamos bien la abyecta línea de La Jornada: la crítica es un crimen abominable. Cuestionar al Guía es un acto más reprobable que el asesinato.

¿Golpeo sin misericordia a un hombre indefenso si me atrevo a sugerir la responsabilidad del alcalde de mi ciudad en hechos horrendos? ¿Pateo, descuartizo, quemo a un hombre hasta la muerte si lo acuso de fomentar la incivilidad con terribles consecuencias? ¿Me uno en este artículo a un remolino de odios que descarga su furia y su apetito de venganza contra un hombre inerme?

La crítica no podrá ser tachada como un acto criminal. Tampoco puede ser descalificada por un gobernante que pretende la despolitización de actos gravísimos. Ejercer la crítica es obligación de un crítico, empezando por la crítica de aquellos que no solamente se consideran indestructibles sino que actúan con la arrogancia de los infalibles. Sostengo que los actos monstruosos de la semana pasada no son simplemente resultado de la negligencia de las autoridades policiales -de la Federación y de la capital, subrayo- sino la escenificación trágica de la filosofía política del hombre que gobierna la Ciudad de México y que quiere gobernar al país. El guión de San Juan Ixtayopan lo ha redactado Andrés Manuel López Obrador desde que asumió el gobierno del Distrito Federal. El criterio de justicia ha de colocarse por encima de los fastidios de la ley; el pueblo tiene siempre la razón; aplicar la ley con prontitud es ejercer la represión de los dictadores. "No asesinamos a nadie", dijo un vecino de San Juan Ixtayopan aquella noche. "Hicimos justicia". ¿Citaba a López Obrador? Seguía, sin lugar a dudas sus enseñanzas. ¿Por qué confiar en jueces corruptos si nosotros, que somos el pueblo, tenemos siempre la razón? ¿Por qué seguir los caminos lentos y tramposos de la ley si podemos dar una lección justiciera en este instante? En Tláhuac se ha puesto en escena un adelanto de la filosofía política de Andrés Manuel López Obrador. Ahí están las recomendaciones del predicador: la justicia que olvida la ley y el pueblo que no admite freno.

López Obrador no ha sido ambiguo. Lo dijo en el primer caso de este tipo que enfrentó como jefe de Gobierno. En julio del 2001, un hombre que, al parecer, robaba la iglesia de Santa María Magdalena, en Tlalpan, fue capturado por los vecinos, quienes lo mataron a golpes. De inmediato, el alcalde pidió comprensión por los asesinos. El crimen no era condenable. Debíamos entender el universo cultural del homicidio. "El caso hay que verlo, decía el gobernante convertido en antropólogo paternalista, en lo que es la historia de los pueblos de México. Es un asunto que viene de lejos, es la cultura, son las creencias, es la manera comunitaria en que actúan los pueblos originarios". El asesinato como digna expresión cultural del México profundo. El linchamiento como una admirable respuesta de una comunidad que se une para defender lo suyo. Un acto cívico. Lo ha dicho muchas veces y de muchas formas don Andrés Manuel: delito es lo que cometen los banqueros; lo que hacen los pobres es cultura o autodefensa. López Obrador siguió su explicación de lo acontecido en Tlalpan dando una instrucción clara para el futuro. "La lección, decía él, es que con las tradiciones del pueblo, con sus creencias, vale más no meterse". No hay que meterse con las tradiciones del pueblo, decía el jefe de Gobierno. Y sus subordinados lo han escuchado. No actuaron para defender a dos hombres que fueron lentamente asesinados por una muchedumbre.

El jefe de Gobierno lo dijo con toda claridad hace tres años: no hay que meterse con las tradiciones de un pueblo -aunque se pierdan vidas. Ésa era, a su juicio, "la lección" de la historia. Sus colaboradores siguieron puntualmente sus instrucciones hace unos días cuando resolvieron no estorbar a una muchedumbre que actuaba como brazo vengativo de un pueblo. El secretario de Gobierno del Distrito Federal, siguiendo las enseñanzas de su jefe, nos pedía precisamente en estos días que consideráramos que el pueblo de Tláhuac tenía usos y costumbres peculiares. ¡Qué insultos se profieren a nombre la cultura! Lo que no merece más que una condena sin pliegues es considerado como un curioso hábito colectivo. Si el gobierno capitalino pide esa consideración cultural es porque rechaza la criminalización de los crímenes. Y, por otro lado, exige que no se politice lo político. López Obrador llama a no politizar el caso. Pide que no polemicemos. Peticiones absurdas: no podemos dejar de examinar políticamente un hecho político. Existe una conexión evidente entre su pedagogía política y la desgracia reciente. Es por eso que podemos válidamente pensar que la policía capitalina no se metió a salvar la vida de tres hombres porque concluyó que era mejor dejarlos morir.

Pero el jefe de la policía de la ciudad argumenta con orgullo que cumplió con su deber. Sus explicaciones son, por lo menos, incoherentes. Por una parte argumenta que la policía no auxilió a los raptados por una simple imposibilidad física: la distancia y la orografía retrasaron el salvamento. Por otra parte, confiesa públicamente razones de cálculo: no rescatamos a los policías secuestrados porque eso habría generado un enfrentamiento. El hecho concreto es que nuestras policías tuvieron la prudencia de llegar cuando no tuvieron que enfrentar a nadie. Llegaron tranquilamente, una vez que la muchedumbre se había disuelto. Confirma esta decisión de no confrontar a la muchedumbre el regaño del jefe de Gobierno a la delegada de Tláhuac por arriesgar su seguridad enfrentando a los ixtayopenses. No arriesgarse es la divisa. Nuevamente, se trata de la puesta en acto de una idea que ha defendido insistentemente López Obrador: bajo ninguna circunstancia su gobierno se enfrentará al Pueblo: voz de Dios, palabra de la Historia. Es preferible dejar morir a dos hombres que arriesgar la imagen del beato.

viernes, noviembre 19, 2004

Confirman ahorcamiento de viejita; van 18

Se suma el caso de la anciana en GAM al de otras mujeres que fallecieron ahorcadas en sus domicilios

Por Ricardo Zamora
Grupo Reforma

Ciudad de México (19 noviembre 2004).- Aunque la Procuraduría capitalina negó el jueves el homicidio por estrangulamiento de otra anciana en la Ciudad de México, ayer el Servicio Médico Forense confirmó que Imelda Estrada Pérez falleció ahorcada con una media.

Con ese crimen ya suman 18, desde septiembre del 2003, los que se han registrado en contra de ancianas y el tercero después de la captura de Jorge Mario Tablas Silva, considerado el segundo mataviejitas.

Estrada Pérez fue encontrada sin vida en el interior de sus domicilio ubicado en la calle Industria de la Delegación Gustavo A. Madero.

De acuerdo con información de otros integrantes de un grupo de la tercera edad que lograron ingresar al domicilio, ella tenía en el cuello una media, con la que al perecer le quitaron la vida.

Además de que el asesino pudo haber robado algunas joyas que la mujer guardaba en alhajeros que se encontraban en su recámara.

Al momento del hallazgo de la anciana estaba cubierta con una sábana y recostada sobre su cama.

Sin embargo, el Fiscal de Homicidios de la PGJDF, Guillermo Zayas, negó que la mujer hubiera fallecido por estrangulamiento.

Las autoridades de la Procuraduría del DF que arribaron a la casa de la anciana para realizar dictámenes periciales y detectar si el presunto responsable dejó algún indicio o huella digital.

Con ese asesinato ya son 18 los que se han registrado en distintas delegaciones del Distrito Federal y que tienen características similares como el hecho de que han sido estranguladas con cables de luz, medias y cordones de cortinas.

Además de que el o los homicidas se apoderan de algunos objetos de valor.

Si se le suman los hechos que tienen semejanza y que se han cometido desde 1998 a la fecha ya existe en los expedientes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal 33 casos de ancianas asesinadas.

La penúltima mujer de la tercera edad que fue hallada muerta fue el pasado 24 de octubre, cuando María Dolores Martínez Benavides, una profesora de 70 años de edad, quien vivía sola, fue encontrada estrangulada con un cable dentro de su departamento, en la Unidad Habitacional Tlatelolco, en la Delegación Gustavo A. Madero.

Estaba muerta, sentada en un sofá, con el rostro sangrado.

Su hermana, de 63 años, le limpió el rostro ensangrentado sin darse cuenta que había sido asesinada con un cable atado que María Dolores tenía en el cuello, cuyo extremo aún estaba conectado a la toma de corriente eléctrica.

Los asesinatos continúan en la capital a pesar de la detención de Araceli Vázquez García, el primero de abril que fue relacionada con dos homicidios de mujeres de la tercera edad.

Mientras que Tablas Silva, considerado otro homicida de ancianas y a quien se le vincula con cinco crímenes.

lunes, noviembre 08, 2004

Bejarano

La ligereza con que muchos de nuestros políticos pueden lanzar las más ignominiosas de las acusaciones sin contar con prueba alguna que las confirme y la no menos irresponsable ligereza con que en muchas ocasiones los medios las asumimos como hechos, sin exigir que las mismas estén mínimamente documentadas En forma increíble, algunos medios aceptaron como buenos, asumieron como pruebas los dichos de un presunto delincuente, simplemente porque él lo dijo. Olvidan que hace algunos meses René Bejarano también presentó como “pruebas” los supuestos estados de cuenta de Rosario Robles y de algunos de sus familiares, asegurando que habían recibido millones de pesos y después resultó que todo había sido una falsedad, que se trataba de documentos falsificados que ameritaron, incluso, una denuncia penal contra Bejarano de parte de Robles que la Procuraduría Capitalina, como suele suceder cada vez que se trata del cuidar al “señor de la ligas”, ha mantenido prudentemente en la congeladora.

Lo cierto es que nadie ha visto las pruebas sobre el “complot” de las que alardeó Bejarano el miércoles. ¿Dónde están esos documentos, quién los tiene, quién ha dado fe de que son auténticos? Nadie, incluso los que dieron por buenos sus dichos y aseguraron que con ello se documentaba el complot jamás han visto en original uno solo de los documentos que dice tener Bejarano.” Lo único que le preocupa al gobierno del DF son un par de hilos sueltos: por una parte Carlos Ahumada, preso en condiciones de máxima seguridad, incomunicado, sin posibilidad de dar su versión e incluso de mínimamente desmentir las acusaciones no comprobadas de Bejarano y López Obrador (Carlos Ahumada, por cierto, estaría por comenzar, si no la ha comenzado ya, una huelga de hambre exigiendo condiciones justas de detención y el derecho a poder, aunque sea, dar su versión de los hechos); y el otro, mucho más preocupante para López Obrador (porque en ese caso sus responsabilidades son mayores y directas), Gustavo Ponce Meléndez, que para su desgracia está en manos de la PGR..

Protegiendo a Bejarano 2

Más claro, ni el agua: la Procuraduría del DF está para proteger a Bejarano. Su acusación contra el ex secretario particular de López Obrador es parte de lo mismo: un engaño, una pantomima, para cuidar al más poderoso aliado del jefe de Gobierno. El engaño es el método del dúo López-Bejarano. Desde que estallaron los escándalos de corrupción en el Gobierno del Distrito Federal, López Obrador y René Bejarano han echado a andar una máquina de mentiras.

Ironías del maese Bátiz: a los que anunciadamente estaban en ruta de fuga (Gustavo Ponce y Octavio Flores) ni siquiera les mandó un policleto, pero a quien sabidamente no se escaparía, y que también de manera sabida (¿comunicada, convenida?) tenía una estrategia que implicaba no huir, buscar amparo y enfrentar directamente los citatorios judiciales, le ha mantenido un aparatoso montaje policíaco destinado más bien a las apariencias mediáticas. Pero no sólo esos desfiguros: allí están los segundos de Bátiz platicando y comiendo con Bejarano en casa de éste, según eso para "convencerlo" de que se entregara a la jurisdicción capitalina. Y la procuraduría capitalina samaritana advirtiendo al buen ex secretario particular de los riesgos que corre si viaja a Pachuca para efectos procesales relacionados con su amparo, y haciéndole ver al desaforado de los riesgos de que lo aprehenda la malvada procuraduría federal. Cosas veredes, mío peje CID (CID: la bejaranista Corriente de Izquierda Democrática, que luego del videoescándalo cambió a IDN, agregando al final la etiqueta de "Nacional").

Protegiendo a Bejarano

Que digamos que son muy celosos de su deber cuando se trata de acusados, para que no huyan, pues no podemos decirlo. Se les escapó Gustavo Ponce, también Octavio Flores, y luego Francisco Martínez. Se fueron tan fácilmente, que hay quienes sospechan que los dejaron ir. Por eso empezaba a llamar la atención el despliegue de agentes y vehículos para vigilar a René Bejarano, “no quieren que les vuelva a suceder”, suponíamos. Pero el sábado el subprocurador Renato Sales nos sacó del error. “No permitiremos que lo capture la PGR”, dijo.” “Haremos hasta lo imposible para que esto no suceda”. Y a través de los medios le envió un mensaje al operador político de López Obrador, que no salga a carretera, porque allí lo puede agarrar la PGR. ¡Ah caray!, ¿entonces no es para evitar que huya, sino para que la PGR no lo detenga aunque tenga una orden de aprehensión en su contra? ¿Por qué es tan importante? ¿Hasta dónde llegará lo imposible?, ¿por qué lo evitarán a como dé lugar? ¿Será que no quieren que Bejarano le diga a la PGR todo lo que sabe? En el video de los fajos de dólares, Bejarano le dijo a Carlos Ahumada que López sabía todo lo que él hacía, que había hecho mucho por él. ¿Qué será eso que Bejarano ha hecho y López sabe?”


Transparencia en el DF, ¿dónde quedó la bolita?

Las Secretarías de Turismo, de Cultura y de Finanzas del Distrito Federal, así como la Jefatura de Gobierno -instancias que participan en el programa DFiesta-, dicen carecer de registros de los recursos públicos invertidos en la organización de conciertos en el Zócalo capitalino.

A través de las Oficinas de Información Pública, REFORMA solicitó por escrito a esas dependencias, entre los meses de agosto y octubre, copia de los contratos y las facturas de los gastos relacionados con los conciertos.

También se pidió el nombre del fideicomiso que los organiza, el monto con el que opera y quiénes lo integran.

La Secretaría de Cultura rechazó tener la información y señaló como responsable a la Secretaría de Finanzas, que se deslindó de la obligación de responder.

Por su parte, la Jefatura de Gobierno indicó que la Secretaría de Turismo era la dependencia adecuada para contestar.

En su respuesta, la Secretaría de Turismo aclaró que sólo le competen los aspectos relacionados con la promoción turística del programa DFiesta y que la parte financiera requerida le corresponde a la Secretaría de Finanzas

Jefe de la policia... secuestrador!!!

Domicilio, edad, teléfono, propiedades y hasta cuentas bancarias son sólo algunos de los datos confidenciales a los que tenía acceso César Alfonso Rodríguez Gómez, ex subdirector de Política y Estadística de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), preso por secuestro desde el 21 de octubre. Al participar en la creación del sistema conocido como Seguimiento y Control de Actuaciones del Ministerio Público y sus Auxiliares (Scampa), el ex funcionario podía ingresar a todo lo que formara parte de una investigación judicial, sin importar que los datos fueran del denunciante o del acusado.

Un expresidiario... jefe policiaco!!!

Un ex presidiario que estuvo en el Reclusorio Oriente por abusar sexualmente de una mujer en el 2001 y que tiene en su historial delictivo tres demandas más por el mismo delito, otra por abuso de autoridad y una por amenazas con arma, fue nombrado jefe de sector en la delegación Benito Juárez. La Secretaría de Seguridad Pública, encabezada por Marcelo Ebrard, puso a su cargo la vigilancia de las colonias más importantes de dicha demarcación agrupadas en el sector Portales. A pesar de sus antecedentes penales, y de que los delitos los cometió cuando dirigía a los uniformados en el sector del Valle, Cayetano Angel Centeno aparece en la lista de los comandantes de alto nivel de la SSP